Para sobrevivir al verano madrileño no hay nada como marcharse en una escapada a la Sierra de Gredos. El fin de semana pasado estuve en Navacepeda de Tormes disfrutando del río, que en esta época del año baja fresquito de las montañas. El lugar es precioso y un buen sitio en el que disfrutar practicando la fotografía.
Para empezar a trabajar con las imágenes que tengo en mi tarjeta Compact Flash, prefiero generar una sesión atada, aunque se trate de una sesión realizada en exteriores, sin la cámara conectada al ordenador, como es el caso que hoy me ocupa. No es necesario hacerlo así, pero haciéndolo de esta forma se logra generar automáticamente una carpeta de capturas en la que volcar directamente las imágenes que hay en la Compact Flash.
Lo normal es que al conectar una tarjeta al lector con el programa encendido aparezca automáticamente el cuadro de diálogo de importación, pero si no es así puedes activarlo en ‘Archivo > Importar imágenes’ o en el icono situado en la esquina superior izquierda del interface.
La ventana de importar imágenes es la siguiente:
Si Capture One ha detectado tu Compact Flash, las imágenes contenidas en ésta aparecerán automáticamente seleccionadas en la herramienta ‘Importar desde’:
Activando ‘Incluir subcarpetas’ podrás importar de una sola vez todas las imágenes, aunque estas se encuentren dentro de distintas carpetas.
Si estás trabajando en una sesión atada la carpeta de capturas aparecerá seleccionada como destino de las imágenes importadas:
Si no, puedes seleccionar cualquier otra ubicación e ir generando subcarpetas por nombre o fecha:
Puedes hacer también una copia de seguridad de las imágenes seleccionadas a la vez que las importas:
Capture One te va a permitir modificar el nombre de las imágenes en función de numerosos parámetros. Puedes abrir la ventana en el icono que está a la derecha del formato, en la herramienta ‘Denominación’.
Para cambiar el nombre de las imágenes, selecciona las pestañas y desplázalas a la barra ‘Formatear’. Puedes guardar tus ajustes para emplearlos en el futuro. Las pestañas que tienen una flecha blanca al final te permiten modificar el contenido de las mismas.
Mientras importas también puedes añadir metadatos.
Una de las cosas más interesantes del programa es que al importar imágenes ya puedes añadir estilos, de esta manera puedes ganar tiempo ajustando las fotografías de forma automática según tus criterios.
Una vez instalas el software puedes disfrutar de una serie de estilos que vienen incorporados, también puedes encontrar en la red lugares donde descargártelos de forma gratuita, pero lo mejor es que tu mismo crees tus propios estilos para darle a las imágenes tu toque personal. Puedes leer más sobre los estilos aquí.
Por último puedes encontrar una herramienta donde ver la información de las imágenes seleccionadas.
Al final, tienes la opción de expulsar de forma automática la tarjeta y borrarla tras la importación. Yo te aconsejo que nunca borres la Compact Flash de esta forma, sino que lo hagas después de asegurarte de que la importación ha sido correcta desde la cámara o desde el ordenador.
Esta ha sido una entrada bastante sencillita, pero créeme si te digo que importar directamente con estilos es una práctica que te ahorrará mucho tiempo. Espero que te haya sido útil.
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